Un equipo internacional de científicos ha logrado un hito histórico en la Antártida al extraer un núcleo de hielo de 2.8 kilómetros de profundidad que contiene hielo con una antigüedad de al menos 1.2 millones de años. Este descubrimiento, realizado en el sitio Little Dome C, cerca de la estación de investigación Concordia, proporciona una visión sin precedentes de la evolución atmosférica y climática de la Tierra a lo largo de un vasto período.
El proyecto Beyond EPICA (European Project for Ice Coring in Antarctica), coordinado por Carlo Barbante del Instituto de Ciencias Polares del Consejo Nacional de Investigación de Italia, lideró esta ambiciosa campaña de perforación. El equipo, compuesto por 16 científicos y personal de apoyo, trabajó durante cuatro veranos antárticos en condiciones extremas, con temperaturas promedio de -35°C, para alcanzar el lecho rocoso bajo la inmensa capa de hielo. La extracción de este núcleo, uno de los más antiguos jamás perforados, casi duplica el récord anterior de 800,000 años de antigüedad del hielo más antiguo recuperado.
Este valioso archivo natural, en forma de cilindro de hielo, contiene diminutas burbujas de aire atrapadas que actúan como cápsulas del tiempo, preservando muestras de la atmósfera de hace más de un millón de años. Los análisis de estas burbujas permitirán a los investigadores reconstruir la composición atmosférica, incluyendo concentraciones de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono y el metano, así como información sobre temperaturas pasadas, vientos y océanos.
Los científicos esperan que este núcleo proporcione detalles cruciales sobre la Transición del Pleistoceno Medio, un período crítico entre 900,000 y 1.2 millones de años atrás, cuando los ciclos de glaciación del planeta cambiaron de un patrón de 41,000 años a uno de 100,000 años. La perforación en la remota ubicación de Little Dome C, a más de 1,000 kilómetros de la costa y a una altitud de más de 3,200 metros, presentó desafíos logísticos y ambientales extremos.
El proyecto es un testimonio de la colaboración científica internacional, involucrando a doce instituciones de diez países europeos. "Hemos marcado un momento histórico para la ciencia climática y ambiental", comentó Carlo Barbante. "Este es el registro continuo más largo de nuestro clima pasado de un núcleo de hielo, y puede revelar la interconexión entre el ciclo del carbono y la temperatura de nuestro planeta". Investigadores como el Dr. Robert Mulvaney, del British Antarctic Survey, expresaron su entusiasmo por alcanzar hielo más antiguo que los registros previos, lo que permitirá comparar varios ciclos glaciales de 41,000 años con datos más recientes.
El objetivo final de este monumental esfuerzo científico es no solo reconstruir la historia climática de la Tierra con un detalle sin precedentes, sino también utilizar este conocimiento para validar y mejorar los modelos climáticos actuales. Comprender las dinámicas del pasado, especialmente durante la Transición del Pleistoceno Medio, es fundamental para predecir con mayor precisión cómo responderá el clima de nuestro planeta a los cambios actuales y futuros.