Estudios recientes han revelado una cronología detallada de las interacciones entre los humanos modernos y los neandertales, un grupo de humanos antiguos extintos que habitaban Eurasia. A medida que los humanos modernos migraban fuera de África hace decenas de miles de años, se encontraron con neandertales, lo que llevó a un intercambio genético que es evidente en el ADN de casi todos los humanos no africanos hoy en día.
A pesar de la extensa investigación, los detalles sobre el momento y el impacto de estas interacciones permanecían poco claros. Dos estudios significativos publicados en las revistas Science y Nature, realizados por investigadores de la Universidad de Rochester y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, han reconstruido la cronología de la hibridación y sus consecuencias evolutivas. Los hallazgos indican cuándo y dónde ocurrieron estos intercambios y cómo los genes neandertales contribuyeron a la adaptación humana en nuevos entornos.
Benjamin Peter, profesor asistente en la Universidad de Rochester, señaló: "Nuestro estudio proporciona las ideas más detalladas hasta la fecha sobre cómo el flujo genético neandertal impactó los genomas humanos." La divergencia entre neandertales y humanos modernos ocurrió hace aproximadamente 500,000 años, con neandertales evolucionando en Eurasia y humanos modernos en África. Ambos grupos exhibieron comportamientos complejos, pero los neandertales desarrollaron rasgos físicos distintivos adaptados a su entorno.
Los humanos modernos comenzaron a migrar fuera de África hace aproximadamente 40,000 a 60,000 años, lo que llevó a la hibridación con neandertales. Este flujo genético resultó en que la mayoría de los no africanos portaran entre uno y dos por ciento de ADN neandertal. Sin embargo, el momento preciso de este intercambio genético había sido esquivo.
Los investigadores analizaron más de 300 genomas de humanos antiguos y modernos durante los últimos 50,000 años, identificando patrones de ADN neandertal. Sus resultados revelaron que la mayoría del ADN neandertal en humanos modernos se origina de un solo período importante de flujo genético que ocurrió aproximadamente hace 47,000 años y duró alrededor de 7,000 años. Esto sugiere una única interacción prolongada en lugar de múltiples eventos separados.
Además, el estudio destaca que el ADN neandertal no está distribuido uniformemente en el genoma. Ciertas regiones asociadas con rasgos como la pigmentación de la piel y la función inmunológica muestran concentraciones más altas de ADN neandertal, lo que indica que algunas de estas variantes genéticas proporcionaron beneficios inmediatos para la supervivencia.
A medida que los investigadores continúan recopilando datos genéticos, particularmente de regiones como el Medio Oriente y el sur de Asia donde las interacciones tempranas entre humanos y neandertales siguen siendo inciertas, se anticipan más perspectivas sobre este momento crucial en la historia humana.