Científicos de España han descubierto una nueva especie de dragón de barro (kinorrinco), una parte vital del ecosistema marino. Los investigadores de la Universidad Complutense de Madrid identificaron al animal a 6.000 metros de profundidad en la Fosa de Orkney, parte del Océano Antártico.
Los dragones de barro son animales diminutos que miden entre 100 micrómetros y un milímetro, a menudo ocupando sedimentos. Son un tipo de meiobentos, una parte clave de la cadena alimentaria marina y la descomposición de material orgánico.
“Este descubrimiento amplía significativamente nuestro conocimiento de la biodiversidad de estos animales, añadiendo a un grupo muy limitado de especies conocidas a estas profundidades”, dijo Alberto Gonzalez Casarrubios, investigador del Departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución de la UCM.
Publicado por la revista Zoologischer Anzeiger, el estudio fue dirigido por Nuria Sanchez. Hasta ahora, solo se conocían dos especies de kinorrincos a esta profundidad debido a la dificultad técnica involucrada.
“Los resultados de este estudio tienen implicaciones significativas para la comprensión y la conservación de los ecosistemas marinos de aguas profundas”, concluye Gonzalez Casarrubios.