El delfín Irrawaddy, una especie única con una cara redondeada que se asemeja a la de una ballena beluga, enfrenta graves amenazas para su supervivencia. Con menos de 300 individuos restantes en la naturaleza, la urgencia de conservar este adorable mamífero marino nunca ha sido tan grande.
A nivel mundial, hay más de 40 especies de delfines, de las cuales seis están clasificadas como en peligro. El delfín Irrawaddy, encontrado en aguas salobres de varios países del sur y sureste asiático, es particularmente vulnerable debido a prácticas pesqueras dañinas.
Contadores de población: Las poblaciones de delfines Irrawaddy son críticamente bajas en varias regiones:
Malampaya Sound (Filipinas): 77 delfines
Río Mekong: 125 delfines
Río Mahakam (Indonesia): 70 delfines
Río Ayeyarwady (Myanmar): 58 a 72 delfines
La principal amenaza para estos delfines proviene de las redes de enmalle utilizadas en aguas sobreexplotadas, que no pueden detectar debido a su material delgado y claro. Como resultado, muchos delfines quedan atrapados y se ahogan.
A pesar de estos desafíos, los esfuerzos de conservación en la región del Gran Mekong han mostrado promesas. En 2015, iniciativas lideradas por el Fondo Mundial para la Naturaleza resultaron en la eliminación de redes de enmalle ilegales y la detención de cazadores furtivos. Estas acciones contribuyeron a un aumento de la población, con 32 crías nacidas en 2018 y la población actual aumentando a 125.
El destino del delfín Irrawaddy está en juego, pero con esfuerzos de conservación continuos, hay esperanza para su recuperación.