Sam Altman, figura clave detrás de OpenAI, ha cofundado Merge Labs, una nueva empresa emergente en el campo de las interfaces cerebro-computadora (BCI). Esta iniciativa se posiciona como un competidor directo de Neuralink, la compañía de Elon Musk en este sector. Se informa que Merge Labs está en proceso de recaudar 250 millones de dólares, con una valoración estimada de 850 millones de dólares, y se espera que OpenAI aporte una parte significativa de esta financiación.
Merge Labs está forjando una colaboración estratégica con Alex Blania, CEO de Tools for Humanity, organización conocida por su trabajo en identidad digital mediante escaneo ocular. Esta alianza sitúa a Merge Labs en una trayectoria de competencia directa con Neuralink, que recientemente aseguró 650 millones de dólares en financiación, alcanzando una valoración de 9 mil millones de dólares. La incursión de Altman en el ámbito de las BCI expande el alcance de OpenAI más allá de la inteligencia artificial, adentrándose en la interacción humano-máquina. Este movimiento intensifica la rivalidad tecnológica entre Altman y Musk, que ahora abarca tanto la IA como las interfaces cerebro-computadora. El mercado de BCI está experimentando un crecimiento considerable, con proyecciones que indican que podría alcanzar los 12.87 mil millones de dólares para 2034.
Mientras Neuralink se enfoca en implantes cerebrales y aplicaciones médicas, como se ha visto en sus ensayos clínicos con pacientes con parálisis, Merge Labs podría explorar métodos menos invasivos y enfoques complementarios para la lectura y escritura de información cerebral, con un fuerte énfasis en la integración humano-IA. La investigación en neurotecnología avanza rápidamente, prometiendo revolucionar la medicina, la comunicación y la cognición humana, al tiempo que plantea importantes consideraciones éticas sobre la privacidad y la autonomía.