El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa ha hablado con Elon Musk, el hombre más rico del mundo, para animarle a invertir más en el país, según una declaración de la presidencia el miércoles. La conversación se produce después de las acusaciones de Musk en su plataforma de redes sociales X de que el gobierno de Ramaphosa tiene "leyes de propiedad abiertamente racistas".
El portavoz de Ramaphosa, Vincent Magwenya, dijo que el presidente está particularmente interesado en el servicio de internet por satélite de Musk, Starlink, que proporciona acceso a la web en lugares remotos. Sin embargo, la concesión de licencias para la red, que actualmente opera en 17 países africanos, se ha visto retrasada por las regulaciones de empoderamiento negro de Sudáfrica, que tienen como objetivo mitigar el legado de la desigualdad racial heredado del apartheid.
La conversación se produce después de que el presidente estadounidense Donald Trump, asesor de Musk, amenazara con recortar la financiación a Sudáfrica, alegando que el país estaba "confiscando" tierras a través de una ley de expropiación. Esta ley, firmada recientemente, permite al gobierno ofrecer "compensación nula" por las propiedades que se consideren necesarias para el interés público, pero solo después de intentar llegar a un acuerdo con el propietario.
Magwenya declaró que Ramaphosa abordó la "desinformación" en el anuncio de Trump y las acusaciones de racismo de Musk, enfatizando que Sudáfrica no tiene leyes racistas en materia de propiedad. Musk, que abandonó Sudáfrica a finales de la década de 1980, podría haberse referido a la política de empoderamiento económico negro, que exige que las grandes empresas, incluidos los inversores extranjeros, proporcionen el 30% de sus acciones a grupos históricamente desfavorecidos.
El regulador de las telecomunicaciones de Sudáfrica está celebrando este mes una audiencia pública sobre las regulaciones para los operadores potenciales, que se espera que influyan en los esfuerzos de Starlink para entrar en el país.