La startup londinense Wayve está lista para probar su tecnología avanzada de asistencia al conductor en California, tras recibir un apoyo significativo de Microsoft, Nvidia y SoftBank. Esta expansión representa un desafío importante para la empresa, ya que sus vehículos se adaptarán a conducir por el lado derecho de la carretera, un cambio del sistema de tráfico del Reino Unido que es por el lado izquierdo.
El CEO Alex Kendall destacó los nuevos obstáculos, como las señales de alto de cuatro vías y los giros a la derecha en rojo, que difieren de las normas de conducción británicas. El software de conducción autónoma de Wayve, entrenado en las estrechas calles de Londres, emplea un modelo de IA de extremo a extremo que aprende de pruebas del mundo real y simulaciones.
Wayve recaudó recientemente más de 1 mil millones de dólares, y Kendall expresó confianza en la adaptabilidad de la tecnología. La empresa ya ha comenzado a enseñar a sus vehículos a interpretar señales de alto de cuatro vías poco después de iniciar las pruebas en California.
Además de expandir sus operaciones en EE. UU., Wayve ha abierto oficinas en Vancouver y San Francisco. Una asociación estratégica con Uber tiene como objetivo integrar la tecnología de asistencia al conductor de Wayve en vehículos de consumo, lo que eventualmente llevará a robotaxis completamente autónomos en la plataforma de Uber.
Kendall enfatizó la importancia del acceso a datos globales para entrenar la tecnología a navegar en diversos entornos de conducción. Él cree que la implementación generalizada en vehículos de consumo es esencial para lograr avances significativos en la conducción autónoma.
A medida que la industria evoluciona, el enfoque innovador de Wayve contrasta con competidores como Waymo, que operan en áreas geofencadas. Kendall imagina un futuro donde los vehículos autónomos se extiendan más allá de los robotaxis, posiblemente ingresando al sector de la robótica.