Estonia se consolida como un referente global en sostenibilidad ambiental y turismo ecológico, manteniendo su posición de liderazgo en el Índice de Desempeño Ambiental (EPI) en 2025 con una puntuación de 75.7. Este logro subraya el profundo compromiso del país con la preservación de sus paisajes naturales y la promoción de prácticas sostenibles.
La nación ha demostrado una notable reducción del 40% en sus emisiones de gases de efecto invernadero durante la última década, un éxito atribuido en gran medida a la transición estratégica de centrales eléctricas de esquisto bituminoso hacia alternativas energéticas más limpias. Estonia se ha fijado objetivos ambiciosos para alcanzar un sector energético y un sistema de transporte público neutros en carbono para 2040, reflejando una visión clara hacia un futuro más verde. Para los viajeros que buscan una experiencia serena y respetuosa con el medio ambiente, Estonia ofrece una cautivadora fusión de historia y modernidad. Su capital, Tallin, deslumbra con una arquitectura medieval excepcionalmente bien conservada, cuyo casco antiguo ostenta la designación de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pasear por sus calles empedradas y explorar sus antiguas murallas ofrece una conexión tangible con el rico pasado de la ciudad. Más allá de la capital, los extensos bosques de Estonia, sus lagos cristalinos y su abundante vida silvestre brindan innumerables oportunidades para el ecoturismo. Parques nacionales como Lahemaa invitan a la exploración a través de senderos para caminatas, observación de aves y kayak, todo ello con un enfoque en la conservación ambiental. La creciente disponibilidad de eco-alojamientos y hoteles ecológicos permite a los viajeros minimizar su huella ecológica mientras disfrutan de comodidades modernas. De hecho, hoteles como Vihula Manor Country Club & Spa y Lydia Hotel han sido reconocidos con la etiqueta Green Key por sus prácticas sostenibles, incluyendo el uso de energía geotérmica y la reducción del consumo de recursos. La firme dedicación de Estonia a la sostenibilidad ambiental, combinada con su profundo patrimonio cultural, la posiciona como un destino ideal para el viajero consciente del medio ambiente. Los continuos esfuerzos de la nación en reducción de emisiones, promoción de energías renovables y preservación del paisaje garantizan una experiencia limpia y verde para todos los visitantes. El país también se destaca por su compromiso con la energía renovable, con el objetivo de cubrir el 100% de su demanda eléctrica anual con fuentes renovables para 2030, mostrando un avance significativo en la adopción de energía eólica y solar. Estonia se ha posicionado como un líder en la transición energética, demostrando que el progreso económico y la responsabilidad ambiental pueden ir de la mano.