Si sueña con una isla donde paisajes impresionantes lo rodean y las tradiciones auténticas aún se conservan, entonces Korčula es la elección perfecta. A menudo llamada «Pequeña Dubrovnik», ofrece una experiencia verdaderamente auténtica y tranquila.
La isla de Korčula está ubicada en el sur de Croacia, formando parte del archipiélago dálmata. Conocida como «Pequeña Dubrovnik» debido a su ciudad fortificada, tiene una rica historia. Fue habitada sucesivamente por griegos, romanos y bizantinos. Los vestigios de estas épocas se encuentran en sus murallas, la estructura de espina de pescado de sus calles, los palacios de piedra blanca y los campanarios góticos.
El paisaje verde de Korčula contrasta con las costas más áridas de otras islas croatas. Esto se debe a su densa cobertura de bosques de pinos, olivos y cipreses. Las playas de Korčula, a menudo escondidas y accesibles solo por senderos o en barco, son perfectas para nadar. Entre las zonas más hermosas se encuentran Pupnatska Luka, una bahía apartada con aguas color esmeralda rodeada de pinos, y Lumbarda, conocida por sus playas de arena fina.
Puede llegar a Korčula en ferry desde Split, Orebić o Dubrovnik. Korčula permanece intacta por el turismo de masas, lo que la convierte en un destino ideal para quienes buscan autenticidad y tranquilidad.