Las escuelas de negocios están adaptando sus planes de estudio para satisfacer las cambiantes demandas de liderazgo. Ahora se centran en la inteligencia emocional (IE) y el bienestar mental para preparar a los estudiantes para el lado humano de la vida corporativa.
Los programas de MBA tradicionales se están expandiendo más allá de las habilidades analíticas para incluir la empatía, la autoconciencia y la resiliencia emocional. Este cambio reconoce que las habilidades blandas son ahora activos estratégicos en el complejo entorno empresarial actual.
La inteligencia emocional, que abarca la autoconciencia, la autorregulación, la motivación, la empatía y las habilidades sociales, se está convirtiendo en un diferenciador clave en el liderazgo. La salud mental también se está priorizando, y la realidad posterior a la pandemia destaca la importancia del bienestar emocional en el lugar de trabajo.
Para integrar estos cambios, los programas de gestión están incorporando la IE y la salud mental en sus estructuras centrales. Esto incluye cursos sobre inteligencia emocional, manejo del estrés y atención plena. Las escuelas también brindan acceso a mentores y profesionales de la salud mental.
Además, se están utilizando prácticas reflexivas como evaluaciones de inteligencia emocional y bucles de retroalimentación. Se está capacitando a los instructores para crear entornos de aprendizaje psicológicamente seguros. Estos cambios tienen como objetivo cultivar líderes equilibrados, compasivos y preparados para el futuro.