Los perros son un reflejo de sus dueños

Los perros a menudo comparten rasgos físicos con sus dueños. También tienden a adoptar emociones y comportamientos similares. Investigaciones recientes muestran que los perros y sus dueños tienen más en común que solo la apariencia. Estas similitudes se vuelven más pronunciadas con el tiempo. Un estudio del Instituto Max Planck de Geoantropología analizó más de 500 parejas de dueños y perros. Recopilaron datos a través de encuestas, evaluaciones de comportamiento y análisis de imágenes durante tres años. El estudio confirmó que estas similitudes no son solo una coincidencia; tienen una base científica. La experta en comportamiento animal Borbála Turcsán, de la Facultad de Ciencias ELTE en Hungría, señaló que el temperamento de un perro es en parte genético. Sin embargo, el entorno y la influencia del dueño juegan un papel significativo. El vínculo entre los perros y sus dueños es similar al de un niño y sus padres. Los perros desarrollan confianza con los humanos, al igual que un niño confía en su madre. Los perros ven a sus dueños como modelos a seguir y confían en su conocimiento. Esta confianza se puede utilizar para ayudar a los perros. Los dueños pueden exponer a sus perros a estímulos fuertes en entornos controlados. Esto puede ayudarles a cambiar su reacción al miedo, por ejemplo, a los fuegos artificiales.