El 26 de junio de 2025, el Ayuntamiento de Alicante aprobó una declaración para modificar la Ley de Uso y Enseñanza del Valenciano (LUEV), con el apoyo del Partido Popular (PP) y Vox. La propuesta busca excluir a Alicante de la zona de predominio lingüístico valenciano e incluirla en la zona de predominio lingüístico castellano.
Antes de la votación, intervinieron representantes de grupos de defensa del valenciano. Soledad Pinilla afirmó: «Alicante habla valenciano y quiere seguir haciéndolo.» Manuela García destacó más de 40 años de educación en valenciano, lo que permite a los ciudadanos comprender ambas lenguas oficiales. Ana Esteve señaló que la sustitución lingüística no es natural, sino resultado de la represión lingüística.
Durante el debate, Mari Carmen de España (PP) defendió el valenciano como la lengua identificativa de la Comunidad Valenciana, pero también el derecho a educar en castellano. Carmen Robledillo (Vox) argumentó que la declaración defiende los derechos y libertades de los alicantinos en la educación, con el castellano como lengua predominante. Los concejales de la oposición criticaron la medida, calificándola de retroceso.
El concejal del PSPV Miguel Castelló calificó la exclusión de Alicante de la zona lingüística valenciana como un «retroceso social y político». La concejala de Compromís Sara Llobell lamentó la ignorancia de la declaración sobre la realidad de Alicante. Tras la votación, la oposición mostró carteles con el lema 'Sí, en Alicante se habla valenciano', mientras los partidos de derecha aplaudían.
Esta decisión ha encendido un debate en Alicante sobre el papel de la lengua valenciana en la identidad y cultura de la ciudad.