Un estudio reciente evaluó a bilingües y monolingües en control inhibitorio y memoria episódica, así como en volúmenes de materia gris en regiones cerebrales asociadas con el procesamiento del lenguaje y la memoria. Los resultados indicaron que los bilingües superaron a los monolingües en tareas de memoria episódica, con una correlación entre el rendimiento de memoria y las tareas de inhibición observada únicamente en el grupo bilingüe.
El estudio encontró volúmenes de materia gris más grandes en bilingües, específicamente en el pars opercularis izquierdo, los giros frontales superiores bilaterales (SFG), los núcleos caudados y el parasubículo. Además, el rendimiento en memoria episódica se correlacionó con los volúmenes de los hipocampos posteriores bilaterales en bilingües, sugiriendo un vínculo entre el bilingüismo y capacidades de memoria mejoradas.
La investigación propuso una explicación mecanicista para estos hallazgos, sugiriendo que el bilingüismo podría fortalecer el circuito neuronal entre la corteza prefrontal y el hipocampo, que subyace tanto al control ejecutivo como a la memoria. Este marco indica posibles efectos protectores del bilingüismo sobre la función cognitiva y la salud cerebral.
Si bien los beneficios del control ejecutivo del bilingüismo siguen siendo debatidos, los estudios han mostrado consistentemente ventajas de memoria, particularmente en memoria episódica, para individuos bilingües. La necesidad de gestionar dos idiomas podría fomentar la flexibilidad cognitiva y mejorar la recuperación de memoria.
Las imágenes estructurales del cerebro han revelado volúmenes más grandes en regiones involucradas en el procesamiento del lenguaje y la memoria en bilingües. El hipocampo, crucial para la codificación de memoria explícita, mostró cambios en volumen y forma relacionados con el aprendizaje de un idioma extranjero, con bilingües experimentando un descenso relacionado con la edad más lento en el volumen del hipocampo.
En resumen, el estudio enfatiza la resiliencia cognitiva y neuronal conferida por el bilingüismo, sugiriendo que la interacción entre la gestión del lenguaje y la memoria podría dar lugar a beneficios significativos en ambos dominios.