En enero de 2024, los Países Bajos implementaron una prohibición nacional de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos que distraen en todas las aulas, desde primaria hasta secundaria. La iniciativa tenía como objetivo fomentar una mejor concentración de los estudiantes y minimizar las interrupciones en el aula. A principios de 2025, la política continúa demostrando impactos positivos en la concentración de los estudiantes, las interacciones sociales y el rendimiento académico general.
Un estudio exhaustivo, publicado a principios de 2025, analizó datos de escuelas de todo el país. Los hallazgos revelaron que una mayoría sustancial de escuelas secundarias informaron mejoras sostenidas en la concentración de los estudiantes. Además, el estudio destacó mejoras en la dinámica social, con los estudiantes participando en más interacciones cara a cara y actividades colaborativas. El rendimiento académico también mostró una tendencia positiva, con muchas escuelas notando mejoras en las calificaciones de las pruebas y la participación en clase. La prohibición mantiene las excepciones necesarias para dispositivos requeridos para fines médicos, como audífonos y otras tecnologías de asistencia.
Las evaluaciones en curso confirman las tendencias positivas iniciales. El aumento de la socialización entre los estudiantes sigue siendo un beneficio clave, junto con una reducción notable de las interrupciones en el aula. Los maestros informan constantemente que los estudiantes están más comprometidos en las lecciones, exhiben un mejor comportamiento y demuestran una mayor capacidad para concentrarse en sus estudios. Esta iniciativa holandesa refleja políticas similares adoptadas en otros países, incluida Finlandia, que prohibió los teléfonos móviles en las aulas en julio de 2023 y ha visto resultados positivos similares. En países como España y varios países de Latinoamérica, el debate sobre el uso de dispositivos móviles en las escuelas es constante, y la experiencia holandesa ofrece un ejemplo valioso a considerar. En algunos países, como Argentina, la discusión sobre el acceso a la tecnología y sus efectos en la educación es especialmente relevante.