Nueva investigación de la Universidad de York y la Universidad de East Anglia revela que la privación de sueño obstaculiza la capacidad del cerebro para suprimir recuerdos intrusivos, un proceso crucial para mantener la salud mental. El estudio, publicado el 8 de enero de 2025, destaca la importancia del sueño REM en la restauración de esta función cognitiva.
Los investigadores encontraron que las personas bien descansadas podían activar el córtex prefrontal dorsolateral derecho para inhibir recuerdos no deseados, mientras que los participantes privados de sueño luchaban significativamente. El Dr. Scott Cairney de la Universidad de York comentó: 'Los recuerdos de experiencias desagradables a menudo irrumpen en nuestra mente consciente en respuesta a recordatorios, pero tienden a ser fugaces y se pueden apartar. Sin embargo, la capacidad del cerebro para suprimir estos recuerdos intrusivos depende de obtener un sueño reparador.'
En su estudio, 85 adultos sanos se sometieron a escaneos de resonancia magnética funcional (fMRI). La mitad tuvo una noche de sueño reparador, mientras que la otra mitad permaneció despierta. Se les mostró rostros que anteriormente se habían emparejado con escenas emocionalmente negativas, como un accidente automovilístico. Se les pidió que recordaran o suprimieran la escena asociada.
Los resultados mostraron que los participantes bien descansados mostraron una mayor activación en el córtex prefrontal dorsolateral derecho, responsable del control de pensamientos, acciones y emociones, en comparación con aquellos que habían estado despiertos toda la noche. Además, mostraron una actividad reducida en el hipocampo durante los intentos de suprimir recuerdos no deseados, lo que demuestra su capacidad para 'apagar' los procesos de recuperación que dan lugar a pensamientos intrusivos.
Crucialmente, aquellos que experimentaron más sueño REM fueron mejores para activar el córtex prefrontal dorsolateral derecho durante la supresión de memoria, lo que sugiere que el sueño REM juega un papel vital en la restauración de los mecanismos del cerebro que pueden ayudar a prevenir que los recuerdos no deseados entren en el pensamiento consciente.
El Dr. Cairney enfatizó las implicaciones para la salud mental, afirmando: 'Esto es realmente importante para nuestra comprensión de los problemas de salud mental, ya que está bien documentado que aquellos que sufren de ansiedad, depresión o PTSD también tienen dificultades con el sueño. Ahora que tenemos una mejor comprensión de los mecanismos en el cerebro que pueden ayudar a restringir recuerdos y pensamientos negativos, quizás podamos trabajar en tratamientos y terapias conductuales más específicos que ayuden a mejorar el sueño.'