Una especie de hongo que se alimenta de madera ha demostrado habilidades cognitivas notables en un estudio reciente, planteando nuevas preguntas sobre la conciencia en diversas formas de vida. Realizada por un equipo de la Universidad Tohoku en Japón, liderado por Yu Fukasawa, esta investigación innovadora fue publicada en la revista Fungal Ecology en octubre de 2024.
Los investigadores se propusieron determinar si los hongos podían reconocer formas. Sus hallazgos revelaron que el hongo, Phanerochaete velutina, posee memoria y habilidades de toma de decisiones, a pesar de no tener un sistema nervioso central.
Los hongos crecen liberando esporas que se convierten en hilos filamentosos delgados. Estos hilos se agrupan para formar una red más grande conocida como micelio, que se asemeja a las vías neuronales en el cerebro. En el experimento, el equipo incubó el hongo en bloques de madera dispuestos en patrones específicos: un círculo y una cruz, y observó los patrones de crecimiento durante varios meses.
Notablemente, el micelio mantuvo la integridad de las formas, evitando el centro del círculo, lo que sugiere una capacidad para aprender sobre su entorno. Nicholas P. Money, biólogo de hongos en la Universidad de Miami, enfatizó que el estudio desafía las creencias tradicionales sobre la conciencia, mostrando que incluso los organismos sin cerebro pueden exhibir formas básicas de conciencia.
Los investigadores están explorando ahora cómo el micelio comunica información sobre su entorno y cómo estos hallazgos podrían transformar nuestra comprensión de la cognición en hongos y humanos. Fukasawa señaló que esta investigación podría ayudarnos a reconocer que el comportamiento inteligente puede ocurrir sin cerebro ni conciencia, lo que podría ofrecer perspectivas sobre nuestros propios procesos cognitivos.