Investigaciones recientes han levantado alarmas sobre el posible colapso de la Circulación Meridional de Retorno del Atlántico (AMOC), un sistema de corrientes oceánicas crucial. Este fenómeno es vital para distribuir oxígeno, nutrientes y calor a través de los océanos, influyendo significativamente en los patrones climáticos en Europa.
Los expertos predicen una probabilidad del 90% de que la AMOC colapse para 2100 debido al aumento del flujo de agua dulce proveniente del deshielo en el Atlántico Norte. Este cambio podría llevar a drásticos cambios climáticos, particularmente en Europa, donde las temperaturas promedio podrían disminuir y las precipitaciones reducirse.
Un investigador alemán destacó recientemente que entre el 35% y el 45% de los modelos climáticos de alta calidad pronostican el colapso potencial de la AMOC ya en la década de 2030. Esta alarmante predicción subraya la urgencia de investigar más a fondo los impactos del cambio climático en los sistemas oceánicos y los patrones climáticos globales.
Las implicaciones de un colapso de este tipo podrían ser profundas, marcando un punto de inflexión significativo en nuestra comprensión de la dinámica climática y la salud de los océanos.