El conflicto armado en Sudán, que comenzó en abril de 2023, ha generado una grave crisis humanitaria, afectando significativamente la salud y la seguridad alimentaria de la población. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que más de 30 millones de personas, incluyendo 16 millones de niños, requieren asistencia humanitaria en 2025. La situación se agrava con la interrupción de servicios médicos esenciales y la escasez de alimentos básicos.
La OMS señala que más de dos tercios de los hospitales en las áreas afectadas por el conflicto están fuera de servicio, y los que permanecen operativos enfrentan escasez de personal, suministros médicos y recursos básicos como agua potable y electricidad. Esta situación ha facilitado la propagación de enfermedades como cólera, malaria y sarampión, afectando especialmente a niños menores de cinco años y mujeres embarazadas, quienes presentan tasas de desnutrición aguda entre las más altas a nivel mundial.
En cuanto a la seguridad alimentaria, la situación es alarmante. Se estima que 24,6 millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria aguda, incluyendo condiciones de hambruna en varias regiones. La interrupción de la producción agrícola, el aumento de los precios de los alimentos y las restricciones al acceso humanitario han contribuido a esta crisis. La OMS destaca que la desnutrición infantil es una de las más altas globalmente, con millones de niños y mujeres embarazadas afectados.
La comunidad internacional ha respondido con esfuerzos para proporcionar asistencia humanitaria, pero el acceso a las áreas necesitadas sigue siendo un desafío debido a la inseguridad y las restricciones impuestas por las partes en conflicto. La OMS y otras organizaciones humanitarias continúan trabajando para brindar apoyo a la población afectada, enfatizando la necesidad de un acceso humanitario sin restricciones y la protección de los trabajadores de la salud.
La situación en Sudán subraya la importancia de la solidaridad internacional y la cooperación para abordar las crisis humanitarias y garantizar el acceso a servicios de salud y alimentos para las poblaciones vulnerables.