Los hospitales públicos de China se enfrentan a una grave crisis financiera, muchos de ellos luchan contra una deuda importante y la disminución de los ingresos. Este problema llamó la atención en otoño de 2024, cuando un hospital público de la provincia de Guangdong se declaró en quiebra. Este evento señala dificultades financieras más amplias que afectan a los hospitales públicos en toda China.
La crisis se deriva de la expansión de la infraestructura y de las reformas gubernamentales destinadas a reducir los costes de la atención sanitaria. Estas reformas han tensionado financieramente a los hospitales, lo que ha provocado recortes salariales y protestas de los trabajadores. Muchos hospitales se enfrentan a retos derivados de los cambios demográficos, como el envejecimiento de la población y el flujo de pacientes a hospitales más grandes en las zonas urbanas.
En 2025, se espera que la situación empeore sin intervención. Los efectos combinados de la deuda, la pérdida de ingresos impulsada por las reformas y los cambios demográficos apuntan a una crisis compleja y duradera. Es necesaria una atención urgente para abordar tanto las dificultades financieras inmediatas como las reformas estructurales a largo plazo.