El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está presionando para mantener conversaciones directas con el presidente chino Xi Jinping con el fin de resolver disputas comerciales.
Sin embargo, la insistencia de China en las precondiciones corre el riesgo de intensificar los desacuerdos, según Bloomberg.
Trump expresó su afecto por Xi Jinping, pero señaló la dificultad para llegar a acuerdos, como se indica en Truth Social.
La renuencia de China a entablar conversaciones sin condiciones claras podría amplificar las tensiones existentes, mientras que Pekín se muestra abierto a Europa.
Los analistas sugieren que China podría estar en una posición más fuerte para gestionar la imprevisibilidad de Trump en comparación con la guerra comercial anterior.
China busca acceso a semiconductores estadounidenses avanzados y quiere aumentar las inversiones en Estados Unidos.
A cambio, Pekín podría comprar más productos agrícolas estadounidenses.
Existe un raro consenso en el Congreso de Estados Unidos con respecto a los riesgos de seguridad del acceso de China a la tecnología estadounidense avanzada.