El 30 de julio de 2025, Estados Unidos y Pakistán anunciaron la finalización de un acuerdo comercial centrado en el desarrollo de las reservas de petróleo de Pakistán y la reducción de aranceles bilaterales. Este acuerdo promete impulsar la colaboración económica en sectores clave como la energía, la minería, la tecnología de la información y las criptomonedas.
El acuerdo se produce en un momento de tensiones regionales, pero se ve como un movimiento estratégico para fortalecer los lazos y contrarrestar la influencia de China. El Ministro de Finanzas de Pakistán, Muhammad Aurangzeb, describió el acuerdo como una situación "ganar-ganar" para ambos países, destacando el inicio de una nueva era de colaboración económica.
Este acuerdo comercial tiene el potencial de generar beneficios para ambas naciones en términos de comercio, inversión y estabilidad regional. También incluye la asistencia de Estados Unidos en el desarrollo de las reservas de petróleo de Pakistán, lo que podría transformar el futuro económico del país.
Las exportaciones de Pakistán a Estados Unidos ascendieron a 5.1 mil millones de dólares en 2024, un aumento del 4.9 por ciento con respecto a 2023. El acuerdo comercial es visto como un paso estratégico para fortalecer los lazos y contrarrestar la influencia de China. Pakistán ha sido designado como un "aliado importante no perteneciente a la OTAN", lo que subraya el reconocimiento de Washington de su papel fundamental en el sur de Asia.
El acuerdo comercial entre Estados Unidos y Pakistán es un paso significativo para mejorar las relaciones económicas entre ambos países. También podría resultar en la reducción de los aranceles recíprocos, especialmente en las exportaciones de Pakistán a Estados Unidos. El acuerdo se produce después de que Estados Unidos impusiera un arancel del 25% a los productos indios, lo que ofrece a Pakistán la oportunidad de ganar más cuota de mercado en Estados Unidos, especialmente en sectores donde ya tiene una ventaja competitiva.
El acuerdo comercial entre Estados Unidos y Pakistán se considera un cambio de juego para el futuro económico del país.