El 29 de julio de 2025, Kim Yo Jong, hermana del líder norcoreano Kim Jong Un, declaró que Estados Unidos debe reconocer a Corea del Norte como un estado con armas nucleares para reanudar el diálogo diplomático. Esta postura, comunicada a través de la Agencia Central de Noticias Coreana (KCNA), subraya la firmeza de Pyongyang en cuanto a sus capacidades nucleares.
Kim Yo Jong enfatizó que cualquier intento de negar el estatus nuclear de Corea del Norte sería considerado "nada menos que una burla". Además, señaló que la relación personal entre su hermano y el presidente estadounidense Donald Trump "no es mala", pero que esto no debe interpretarse como una base para la desnuclearización.
Esta declaración llega en un momento de reconfiguración global, donde las alianzas tradicionales se están transformando. La creciente rivalidad entre China y Estados Unidos, junto con la cooperación militar entre Corea del Norte, Rusia y China, sugieren un posible realineamiento de fuerzas. La demanda de Kim Yo Jong representa un punto de inflexión crítico, buscando legitimar su estatus nuclear y obligando a una revisión de las políticas internacionales.
La insistencia de Kim Yo Jong en el reconocimiento de Corea del Norte como potencia nuclear refleja una estrategia a largo plazo. Esta postura, que exige una adaptación de las políticas internacionales, podría tener implicaciones significativas en las normas de no proliferación nuclear, incentivando potencialmente a otros estados a buscar armas nucleares. La clave reside en la capacidad de las naciones para adaptarse a esta nueva realidad, buscando puntos de encuentro en un mundo en constante cambio, donde la cooperación y la comprensión mutua son esenciales para la paz y la estabilidad.