Se espera que los miembros del gabinete del presidente Trump recuperen el control sobre los presupuestos y el personal. Este cambio se produce cuando Elon Musk reduce su participación en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Musk, quien encabezó los esfuerzos para reducir la fuerza laboral federal y reducir el déficit, ahora dedicará solo uno o dos días a la semana al trabajo gubernamental. Su tiempo limitado plantea preguntas sobre el futuro de DOGE.
Los secretarios del gabinete ven a los empleados de DOGE como una invasión de su autoridad. Las tensiones se habían intensificado previamente por el poder otorgado a Musk.
Sin la presencia de Musk, es probable que los secretarios del gabinete implementen recortes de gastos específicos. Ahora tendrán la última palabra sobre las propuestas, solidificando su papel en la eficiencia federal y la estrategia de gasto.
También se podrían reevaluar las funciones de los jóvenes ingenieros contratados por Musk. Sus calificaciones y autoridad podrían enfrentar un mayor escrutinio.
Un portavoz de la Casa Blanca declaró que el papel reducido de Musk no indica un cambio en la dirección de DOGE. Afirma que el gabinete ya tiene autonomía sobre los recortes de gastos.
A pesar del cambio de Musk, algunos creen que los esfuerzos de DOGE para recortar el presupuesto continuarán. Las órdenes ejecutivas y los funcionarios del gabinete de Trump están alineados con la agenda.
Musk, un partidario clave de Trump, ha sido influyente en las iniciativas gubernamentales. Estos incluyen una congelación federal de contrataciones y planes de reestructuración de agencias.
Con la menor participación de Musk, DOGE necesitará un nuevo líder. Amy Gleason es una posible candidata, pero su papel sigue sin estar claro.
Algunos creen que la salida de Musk podría hacer que DOGE sea más eficaz. Su presencia atrajo mucha atención, y un perfil más bajo puede beneficiar al departamento.