La Casa Blanca acusa a la dirección del USIP de atrincherarse en el edificio; el Departamento de Justicia se enfrenta a un juez por los vuelos de deportación; se niega la entrada a EE.UU. a un investigador francés por criticar a Trump

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, acusó a la antigua dirección del Instituto de la Paz de Estados Unidos (USIP) de atrincherarse físicamente dentro del edificio para impedir la entrada a los designados por la nueva administración. Leavitt declaró que el personal desactivó las líneas telefónicas, las conexiones a Internet y la infraestructura informática. Atribuyó esto a la resistencia de los burócratas que se oponen al cambio. Por otra parte, el Departamento de Justicia se opuso a las exigencias del juez de distrito de EE.UU. James Boasberg de información sobre los vuelos de deportación a El Salvador que transportaban a ciudadanos venezolanos. El Departamento de Justicia acusó a Boasberg de "micromanagement divagatorio" y sugirió que podría invocar el privilegio de secreto de Estado. La disputa surgió después de que Boasberg bloqueara temporalmente las deportaciones en virtud de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798. El Departamento de Justicia argumentó que la divulgación de los detalles del vuelo podría tener repercusiones internacionales. En un incidente aparte, el gobierno francés informó de que a un investigador francés se le negó la entrada en Estados Unidos y fue deportado después de que las autoridades encontraran mensajes en su teléfono criticando el trato de la administración Trump a los científicos. Los mensajes fueron considerados como expresión de "odio hacia Trump" y fueron calificados como potencialmente constitutivos de "terrorismo".

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