WASHINGTON, EE. UU. -- Estados Unidos ha comenzado oficialmente a imponer aranceles a las importaciones chinas, mientras la política comercial del presidente Donald Trump entra en plena vigencia.
La medida ha provocado represalias inmediatas de Pekín, intensificando las tensiones entre las dos mayores economías del mundo.
Los aranceles, un gravamen del 10% sobre los productos chinos, entraron en vigor a las 12:01 a. m., hora del Este, del jueves.
En respuesta, China anunció una serie de contramedidas, incluidos aranceles de hasta el 15% sobre el carbón estadounidense, el gas natural licuado (GNL) y los automóviles, que entrarán en vigor el próximo lunes.
Las maniobras económicas siguen a unos días tumultuosos en los que Trump acordó pausas temporales en los aranceles contra México y Canadá después de negociaciones de última hora con la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum y el primer ministro canadiense Justin Trudeau.
El Ministerio de Comercio de China emitió una declaración contundente, acusando a la administración Trump de violar las leyes comerciales internacionales y anunciando una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
"La decisión unilateral de Estados Unidos de imponer aranceles perturba la estabilidad del comercio mundial", dijo el ministerio.
"China no tiene más remedio que tomar las contramedidas necesarias para proteger sus intereses."
Los nuevos aranceles de Pekín, que entrarán en vigor el lunes, apuntan a exportaciones estadounidenses clave, que incluyen:
Carbón
Gas natural licuado (GNL)
Automóviles
China también anunció una nueva lista negra de empresas estadounidenses, agregando marcas como Calvin Klein y Levi's, lo que indica un posible cambio de los bienes de consumo estadounidenses en represalia por las políticas comerciales de Trump.
Hablando desde la Casa Blanca, Trump defendió los aranceles como necesarios para contrarrestar las "prácticas comerciales desleales" de China y proteger los empleos estadounidenses.
También firmó una orden ejecutiva para explorar la creación de un fondo soberano de riqueza estadounidense, que sugirió que podría financiarse parcialmente con los ingresos de los aranceles.
"El dinero que recaudamos de China debería destinarse a fortalecer nuestra economía, invertir en la industria estadounidense y proteger nuestro futuro financiero", dijo Trump.
Además, Trump insinuó una acción renovada contra TikTok, la aplicación de redes sociales propiedad de China, diciendo que su administración "puede usar el dinero de los aranceles para comprar TikTok y ponerlo bajo la propiedad estadounidense."
La medida reavivaría los debates sobre la seguridad nacional que comenzaron durante su primer mandato cuando el gobierno intentó obligar a TikTok a desinvertir de su empresa matriz china, ByteDance.
El arancel del 10% sobre China llega solo unos días después de que Trump amenazara con imponer aranceles aún más altos, del 25%, a todas las importaciones de México y Canadá como parte de su estrategia más amplia para frenar la migración y el tráfico de drogas.
Sin embargo, los esfuerzos diplomáticos de última hora aseguraron exenciones temporales para ambos países:
México acordó aumentar la aplicación de su frontera sur para detener el flujo de migrantes hacia Estados Unidos.
Canadá acordó renegociar su acuerdo comercial con Estados Unidos.
A pesar del respiro temporal, Trump advirtió que los aranceles aún podrían imponerse si ambos gobiernos no cumplen con sus compromisos.
"Estoy observando muy de cerca. Si no cumplen, los aranceles vuelven. Así de simple", dijo.
El anuncio de aranceles sobre China, y la incertidumbre en torno al comercio norteamericano, ha sacudido los mercados financieros mundiales.
Con China lista para tomar represalias el lunes, y con pausas temporales en los aranceles para México y Canadá, las próximas semanas serán cruciales para las relaciones comerciales de Estados Unidos.
A medida que la situación se desarrolla, el mundo observa si las agresivas políticas comerciales de Trump remodelarán el comercio internacional, o si encenderán una nueva ola de inestabilidad económica.