Tras la victoria decisiva de Donald Trump sobre la vicepresidenta Kamala Harris en las elecciones de 2024, varias celebridades, incluyendo a America Ferrera, Cher y Sophie Turner, expresaron su intención de abandonar Estados Unidos. Sin embargo, los estadounidenses comunes en Nueva York expresaron sentimientos diferentes sobre estos planes.
Un residente afirmó: 'Quiero decir, no me gusta Trump, pero si quieren irse, que se vayan. Déjenlos ir.' Otros cuestionaron la influencia de las celebridades, argumentando que deberían usar su privilegio para ayudar a sus comunidades en lugar de huir.
Muchos residentes señalaron las oportunidades y libertades únicas disponibles en EE. UU., con uno comentando: '¿Dónde puedes obtener las cosas que obtienes en Estados Unidos en cualquier otro país? No puedes. Especialmente en lo que respecta a la libertad.'
A pesar de la indignación de varias celebridades tras las elecciones, ninguna parecía estar buscando activamente una reubicación. Cher, quien citó problemas de salud debido al anterior mandato de Trump, mencionó su deseo de irse, pero no había confirmado públicamente ningún plan tras las elecciones.
Otras celebridades como Lena Dunham y Bryan Cranston habían expresado previamente intenciones de mudarse si Trump era elegido, pero luego retractaron esas declaraciones, enfatizando su compromiso de permanecer en EE. UU.
El diálogo en curso sobre la migración de celebridades refleja una conversación más amplia sobre privilegio, influencia y las responsabilidades de quienes tienen poder.