El 19 de diciembre de 2024, líderes europeos se reunieron para abordar la evolución de la situación política en Siria tras la caída del régimen de Bashar al-Assad. La reunión, celebrada en Bruselas, tenía como objetivo establecer un enfoque unificado hacia la nueva autoridad de transición en Siria y las implicaciones para las sanciones y políticas de refugiados.
El secretario general de la ONU, António Guterres, enfatizó la necesidad de una transición política integral, confiable y pacífica en Siria. Nombró a una abogada mexicana para dirigir un organismo independiente centrado en las personas desaparecidas en Siria y condenó los ataques aéreos israelíes como violaciones de la soberanía siria.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, indicó que las sanciones económicas podrían reconsiderarse si el nuevo liderazgo logra avances significativos hacia una transición democrática. Señaló el período crítico que se avecina para dar forma a una nueva Siria y reafirmó el compromiso de la UE de dialogar directamente con el nuevo régimen y diversas facciones dentro de Siria.
El primer ministro belga, Alexander De Croo, destacó la necesidad de involucrarse con el nuevo gobierno sirio para fomentar la estabilidad, mientras que la ministra de Relaciones Exteriores alemana, Annalena Baerbock, pidió un proceso político dirigido por los sirios que respete los derechos de todos los grupos étnicos y religiosos.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Noël Barot, afirmó que cualquier levantamiento de sanciones y ayuda para la reconstrucción dependería de compromisos políticos y de seguridad claros por parte de la nueva administración. Anunció que Francia albergaría una reunión en enero con socios árabes, turcos y occidentales para discutir el futuro de Siria.
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, instó al nuevo gobierno sirio a cumplir con políticas moderadas para evitar el aislamiento internacional, estableciendo paralelismos con la experiencia de los talibanes en Afganistán. Subrayó que la nueva administración debe tomar medidas específicas para avanzar en el país.
Los esfuerzos diplomáticos en curso coinciden con una serie de visitas de diversas delegaciones internacionales a Siria, que buscan garantías de la nueva dirección sobre el futuro del país.