La Starship de SpaceX experimentó otro revés durante su noveno vuelo de prueba. El propulsor explotó al impactar en el Golfo de México. La Starship explotó a gran altitud después de una reentrada atmosférica incontrolada.
El lanzamiento tuvo lugar desde Boca Chica, Texas. La prueba tenía como objetivo simular un fallo de motor durante el regreso del propulsor. Esto era para evaluar la robustez del sistema.
Tras la separación, Starship comenzó a girar sin control. Una fuga, según se informa, causó la inestabilidad. La nave espacial se desintegró a aproximadamente 60 kilómetros de altitud.