Great British Railways (GBR) ha lanzado su primer servicio de tren desde London Waterloo a Shepperton. Esto marca un paso significativo en la renacionalización de la red ferroviaria del Reino Unido. La línea South Western Railway, operada anteriormente por una empresa privada, ha vuelto al control estatal.
La medida significa el fin del modelo ferroviario privatizado del Reino Unido, adoptado inicialmente en 1993. La privatización provocó retrasos crónicos, cancelaciones y una serie de accidentes. Los subsidios públicos aumentaron a pesar de la privatización, y los contribuyentes a veces pagaban más que bajo la propiedad pública.
El gobierno planea consolidar todas las concesiones privadas para 2027 bajo Great British Railways. El objetivo es centralizar las inversiones, armonizar los horarios y mejorar la fiabilidad del servicio. El gobierno pretende abordar las preocupaciones climáticas promoviendo el uso del tren.