El 1 de julio de 2025, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el ministro de Agricultura y Ganadería, Carlos Fávaro, anunciaron el Plan Safra 2025/2026, asignando 516.200 millones de reales brasileños al sector agropecuario.
Esto representa un aumento de 8.000 millones de reales en comparación con la cosecha anterior, con fondos destinados tanto a costos operativos como a inversiones. El plan también introduce el requisito de cumplir con la Zonificación de Riesgo Climático (Zarc) para la liberación de créditos agrícolas.
Además, el gobierno lanzó el Programa Nacional para la Reducción de Pesticidas (Pronara), con el objetivo de reducir el uso de pesticidas dañinos y promover modelos de producción sostenibles. Este programa alinea la producción agrícola con la sostenibilidad y la salud pública, reflejando el compromiso del gobierno con el fortalecimiento del sector agrícola brasileño. En Latinoamérica, iniciativas similares son cruciales para la seguridad alimentaria y la protección del medio ambiente. Países como Argentina y México, con fuertes sectores agrícolas, podrían encontrar inspiración en este modelo para avanzar hacia una agricultura más sostenible y resiliente. El énfasis en la sostenibilidad y la salud pública resuena especialmente en la región, donde la preocupación por el impacto ambiental y la salud de la población es cada vez mayor.