En Queensland, Australia, se está llevando a cabo un importante proyecto ambiental y agrícola. El plan de irrigación de Wamuran reutiliza las aguas residuales tratadas para el riego. Esta iniciativa tiene como objetivo mejorar la gestión de los recursos hídricos en la región.
El plan desvía anualmente 1,9 millones de metros cúbicos de aguas residuales tratadas. Redirige el agua de los ríos y el mar a las granjas locales. Esta agua se utiliza para irrigar diversos cultivos, incluyendo bayas, piñas y aguacates.
El proyecto reduce la descarga de aguas residuales ricas en nutrientes en los cursos de agua. Ayuda a prevenir la proliferación de algas y protege la vida acuática. El plan también proporciona a los agricultores una fuente de agua confiable durante los períodos secos.
Al reducir la dependencia de los arroyos naturales, el programa ayuda a mantener ecosistemas más saludables. También minimiza las disputas por el acceso al agua entre los propietarios de tierras. El plan de irrigación de Wamuran sirve como modelo para el desarrollo sostenible.
Inspirado por las iniciativas de reciclaje de agua en Singapur, el proyecto promueve la gestión circular de los recursos. Reconoce las aguas residuales como una mercancía valiosa. Este enfoque mejora la producción de alimentos y protege contra los extremos climáticos.
El objetivo es expandir el programa para incluir más granjas en la región. Esto ayudará a gestionar las crecientes demandas de aguas residuales. Apoya el desarrollo sostenible en un mundo que se calienta.
La iniciativa integra la administración ambiental con la productividad agrícola. Demuestra el potencial de repensar los residuos. Este enfoque nutre tanto la tierra como los medios de vida.
Este artículo se basa en el análisis de nuestro autor de los materiales tomados de los siguientes recursos: www.abc.net.au.