Equipo Internacional Descubre Ecosistema Microbiano Único Bajo el Hielo de la Antártida

Editado por: Anna 🌎 Krasko

Un grupo internacional de científicos ha encontrado un ecosistema próspero en uno de los entornos más extremos de la Tierra: el lago Enigma, ubicado en las estribaciones septentrionales de la Tierra de Victoria, Antártida. Este lago, cubierto por 14 metros de hielo permanente, ha revelado un enorme cuerpo de agua líquida que alberga un ecosistema microbiano hasta ahora desconocido.

El lago Enigma, descubierto en 1989 y considerado completamente congelado, ahora se presenta como un tesoro oculto bajo capas de hielo. Nuevas investigaciones realizadas entre noviembre de 2019 y enero de 2020 confirmaron, mediante estudios de radar, la presencia de agua líquida estratificada bajo su superficie.

El proyecto, financiado por el Programa Nacional de Investigación Antártica, permitió a los científicos perforar la gruesa capa de hielo y utilizar cámaras submarinas para explorar el ecosistema del cuerpo de agua. Estas técnicas avanzadas revelaron un entorno sorprendente, rico en formas de vida adaptadas al aislamiento, que ha redefinido lo que se sabe sobre la habitabilidad en condiciones extremas.

Entre los hallazgos más destacados está la presencia de Patescibacteria -- bacterias ultrapequeñas identificadas a través de análisis de ADN en muestras de agua -- . Este grupo microbiano nunca antes se había registrado en ambientes subglaciales. Además, los investigadores documentaron tapices microbianos únicos: películas coloniales de hasta 40 centímetros de altura y 60 centímetros de diámetro, lo que resalta la diversidad de vida en este lago.

Curiosamente, las cianobacterias, comunes en otros ambientes antárticos, están casi ausentes en la columna de agua y el hielo del lago Enigma, aunque sí se encuentran en los tapices microbianos del fondo. Esto añade un nivel de complejidad al ecosistema, que podría incluir relaciones simbióticas o depredadoras dentro de su red alimenticia.

El descubrimiento no solo tiene implicaciones para comprender los extremos de la vida en la Tierra, sino que también podría ser clave en la búsqueda de vida en otros mundos. Ambientes similares podrían existir en lunas heladas como Europa, de Júpiter, o Encélado, de Saturno, donde se cree que océanos subsuperficiales podrían albergar microorganismos.

“Nuestros hallazgos son una ventana fascinante hacia cómo la vida persiste en condiciones extremas”, comentó Stefano Urbini, coordinador del proyecto en el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV). “También ofrecen un modelo para entender potenciales ecosistemas extraterrestres”.

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