El 13 de octubre de 2024, SpaceX completó con éxito su quinta prueba del Starship, el cohete más grande jamás construido. Esto marcó un logro significativo en la ingeniería espacial, ya que la primera fase del cohete fue recuperada en la plataforma de lanzamiento con una grúa.
El propulsor del Starship utilizó sus 39 motores Raptor para colocar el módulo principal en órbita. En un hito de ingeniería sin precedentes, regresó desde la estratosfera, realizó un descenso controlado y aterrizó de nuevo en la plataforma de lanzamiento para ser capturado por un sistema de recuperación conocido como 'chopsticks.'
SpaceX tiene como objetivo que el Starship sea el primer servicio privado en llegar a la Luna y Marte, estableciendo presencias permanentes y colonias en estos cuerpos celestes, una visión respaldada por su fundador, Elon Musk.
El proceso de aterrizaje del propulsor Starship es similar al de la cohete Falcon 9 de SpaceX, que está diseñado para misiones orbitales con una tasa de éxito superior al 95%.