Las Naciones Unidas están navegando por un complejo panorama financiero en 2025, marcado tanto por la aprobación de presupuestos como por importantes medidas de reducción de costos. La Asamblea General aprobó un presupuesto ordinario de 3.720 millones de dólares para 2025. Sin embargo, esto se produce en medio de crecientes preocupaciones sobre la escasez de fondos y la necesidad de una mayor eficiencia.
El Secretario General, António Guterres, lanzó la iniciativa UN80 para agilizar las operaciones y reducir los costos. Esta iniciativa tiene como objetivo abordar una crisis de liquidez crítica causada por los estados miembros que incurren en mora. Las medidas propuestas incluyen una posible reducción de personal de hasta el 20% y una revisión de todos los mandatos para identificar redundancias.
A pesar del presupuesto aprobado, la ONU enfrenta importantes desafíos financieros, con importantes donantes como Estados Unidos proponiendo recortes sustanciales en la financiación. Estos recortes están afectando a varios programas de la ONU, incluida la ayuda humanitaria y las operaciones de mantenimiento de la paz. La organización está buscando activamente formas de mejorar la eficiencia y garantizar que pueda seguir cumpliendo sus mandatos frente a estas limitaciones financieras.