El martes 18 de junio de 2025, Brasil concluyó una subasta de dos días que ofrecía terrenos y posibles sitios petroleros cerca del río Amazonas.
La subasta, celebrada los días 17 y 18 de junio en Río de Janeiro, tenía como objetivo expandir la producción en regiones inexploradas. El evento fue organizado por la Agencia Nacional del Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP). Tuvo lugar meses antes de que Brasil sea sede de las conversaciones climáticas de la ONU en la Amazonía.
Diecinueve bloques en alta mar fueron adjudicados a Chevron, ExxonMobil, Petrobras y CNPC. La subasta concluyó con la adjudicación de 34 bloques petroleros, con bonificaciones por firma que totalizaron 180 millones de dólares estadounidenses.
Grupos ambientales e indígenas protestaron, citando los riesgos potenciales para los ecosistemas y las comunidades. Los críticos han expresado su preocupación por la contradicción entre el aumento de la producción de combustibles fósiles y la promoción de iniciativas ambientales, especialmente en anticipación a la conferencia climática COP30 en Brasil.