Según un informe reciente de la ONU, más de 1,740 personas fueron asesinadas o heridas por pandillas en Haití entre julio y septiembre de 2024, lo que representa un aumento de casi el 30% en comparación con el trimestre anterior.
Durante los últimos tres meses, al menos 669 personas fueron reportadas asesinadas en operaciones policiales contra pandillas, con tres cuartas partes de las víctimas sospechosas de ser miembros de pandillas y un cuarto civiles.
El informe indica que las autoridades llevaron a cabo 106 asesinatos extrajudiciales, incluidos seis niños menores de 10 años que supuestamente proporcionaban información a los miembros de las pandillas.
La violencia sexual sigue siendo omnipresente, con al menos 55 víctimas de entre 10 y 70 años que informaron sobre violaciones en grupo, aunque se cree que estos casos están subreportados.
Una misión de la ONU liderada por policías de Kenia está intentando suprimir a las pandillas que ahora controlan el 85% de la capital, Puerto Príncipe, mientras lucha con la falta de recursos y personal. Esta situación ha provocado llamados para el despliegue de una misión de mantenimiento de la paz de la ONU en la isla caribeña.
La Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH) advirtió que, en ausencia de un estado funcional, las pandillas asumen cada vez más roles que normalmente corresponden a la policía y al poder judicial, imponiendo sus propias reglas.
La mayor parte de la violencia continúa ocurriendo en Puerto Príncipe y en la región central de Artibonite, donde decenas han sido asesinados en masacres este mes.
Entre los 106 asesinatos extrajudiciales, 96 fueron llevados a cabo por la policía, mientras que 10 estaban vinculados a Jean Ernest Muskadin, el fiscal público de la ciudad de Miragoane, quien es acusado de asesinar al menos a 36 personas sospechosas de ser miembros de pandillas o criminales comunes desde 2022.
En total, al menos 59 niños han sido asesinados o heridos durante este trimestre. La violencia de las pandillas ha dejado a más de 700,000 personas sin hogar en los últimos años y se ha intensificado este mes, ya que personas armadas intentan apoderarse de Solino, uno de los últimos barrios de Puerto Príncipe que no está bajo su control.