Sudáfrica enfrenta nuevos obstáculos económicos tras el anuncio de Estados Unidos de aumentar los aranceles de importación sobre el acero y el aluminio. La decisión del presidente Trump incluye aumentos arancelarios de hasta el 50%, que se suman al aumento existente del 25% desde abril.
El sector sudafricano ya está luchando contra las cadenas de suministro globales interrumpidas y el aumento de los costos de fabricación. Esto impacta la competitividad de los productos automotrices sudafricanos en el mercado estadounidense. Las empresas ahora buscan diversificarse en mercados de África, Asia, Europa y Medio Oriente.
Recientemente, Sudáfrica y otros socios comerciales de EE. UU. se beneficiaron de una suspensión arancelaria de 90 días más allá del arancel base del 10%. Esto brindó una oportunidad para las negociaciones. El objetivo era proteger las exportaciones clave y explorar nuevas oportunidades comerciales, como se discutió durante una reunión entre el presidente Ramaphosa y su homólogo estadounidense.