El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha propuesto una nueva ronda de conversaciones de paz con Rusia para la próxima semana. Este movimiento busca revivir las negociaciones estancadas desde principios de junio y lograr un alto el fuego duradero. Los analistas señalan que la clave del éxito radica en la voluntad de ambas partes para ceder en sus demandas territoriales y de apoyo militar occidental.
En el pasado, las conversaciones en Estambul no produjeron avances significativos hacia un alto el fuego, aunque sí se acordaron intercambios de prisioneros y la devolución de los cuerpos de los soldados caídos. Los expertos en política internacional destacan la importancia de estos gestos, pero advierten que no son suficientes para resolver el conflicto.
Según fuentes, el Kremlin ha insistido en concesiones territoriales y el fin del apoyo militar occidental como condiciones previas para un acuerdo. Un análisis reciente de la Brookings Institution sugiere que la presión internacional y la diplomacia activa son cruciales para desbloquear el estancamiento. La propuesta de Zelensky de reunirse con Vladimir Putin es vista como un paso audaz. Sin embargo, la postura de Rusia, que incluye la demanda de concesiones territoriales, presenta un desafío significativo. Los expertos prevén que las negociaciones serán complejas y requerirán un compromiso considerable de ambas partes. El futuro de la región depende de la capacidad de los líderes para encontrar un terreno común y priorizar la paz sobre la expansión territorial.