El 1 de agosto de 2025, la administración de EE. UU. implementó nuevas tarifas arancelarias que afectan a numerosos países, incluyendo Canadá, India y Taiwán. Estas medidas han generado reacciones mixtas en los mercados financieros y en la economía global.
Los precios del petróleo se estabilizaron tras una caída superior al 1% en la sesión anterior, ya que los inversores sopesaron los efectos de las nuevas tarifas estadounidenses frente a las preocupaciones por posibles interrupciones en el suministro de petróleo ruso. El crudo Brent se situó en $71.74 por barril, y el West Texas Intermediate (WTI) en $69.27. A pesar de la reciente disminución, ambos índices se perfilan para ganancias semanales, con incrementos del 4.9% y 6.4%, respectivamente.
Los mercados bursátiles también reaccionaron negativamente. Wall Street experimentó caídas significativas, influenciadas por informes de crecimiento laboral débil y una creciente incertidumbre económica. La administración de Trump ha enfrentado críticas por recortes en programas sociales y por la congelación de fondos destinados a investigaciones científicas, lo que ha intensificado la división política en el país.
En el ámbito internacional, la Unión Europea llegó a un acuerdo con EE. UU. para reducir las tarifas arancelarias en un esfuerzo por evitar medidas más severas. Sin embargo, este acuerdo ha sido interpretado por algunos como una concesión significativa a las demandas estadounidenses, lo que ha generado debates sobre la efectividad de las políticas comerciales de la administración Trump.
Analistas advierten que estas tarifas podrían frenar el crecimiento económico global al aumentar los precios y reducir la demanda. Además, la incertidumbre generada por estas políticas podría afectar la confianza de los consumidores y las empresas, complicando aún más la recuperación económica post-pandemia.
En resumen, las nuevas tarifas impuestas por EE. UU. han tenido un impacto inmediato en los mercados financieros y en la economía global, generando incertidumbre y desafíos para las economías afectadas. Se espera que las consecuencias a largo plazo dependan de la duración de estas medidas y de las respuestas de los países afectados.