El 3 de agosto de 2025, un terremoto de magnitud 6.7 se registró en las Islas Kuriles, una región conocida por su actividad sísmica. El epicentro se localizó en el océano Pacífico, a una profundidad de 10 kilómetros. Las autoridades locales emitieron alertas de tsunami para las costas cercanas, aunque las olas previstas fueron de baja altura, con estimaciones de hasta 19 centímetros en algunas áreas. Afortunadamente, no se reportaron víctimas ni daños significativos.
Este evento sísmico ocurrió pocos días después de un terremoto de magnitud 8.8 en la península de Kamchatka, que también generó alertas de tsunami y evacuaciones en la región. Las autoridades continúan monitoreando la actividad sísmica en la zona y han reforzado las medidas de preparación ante posibles réplicas.
Las Islas Kuriles y la península de Kamchatka se encuentran en una zona de alta actividad sísmica debido a la interacción de placas tectónicas en la región. Estos eventos subrayan la importancia de mantener sistemas de alerta temprana y protocolos de evacuación efectivos para proteger a las comunidades locales.