Teherán ha denunciado enérgicamente las acusaciones sobre sus actividades de enriquecimiento de uranio. Esto se produce después de que el organismo de control nuclear de las Naciones Unidas emitiera alegaciones críticas contra Irán, lo que marca las afirmaciones más graves en casi dos décadas.
Estados Unidos está instando a Irán a aceptar un acuerdo nuclear propuesto, afirmando que es en el mejor interés de Teherán. Sin embargo, Teherán acusa a Occidente de ejercer presión política. Advierte de "contramedidas apropiadas" si las potencias europeas reimponen sanciones.
La situación sigue siendo tensa, con incertidumbre sobre la posibilidad de un acuerdo. Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania pueden declarar a Irán en violación de las obligaciones de no proliferación. La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos mientras continúan los esfuerzos diplomáticos.