Arabia Saudita está intensificando sus esfuerzos para evitar que peregrinos no autorizados participen en la peregrinación anual del Hajj, que comienza la próxima semana. Esta acción sigue a las trágicas muertes de más de 1.300 personas durante el Hajj del año pasado debido al calor extremo.
Las autoridades advierten que los peregrinos ilegales se enfrentarán a arrestos, deportaciones y multas superiores a los 5.000 dólares. Las personas que ayuden a peregrinos no autorizados se arriesgan a sanciones de casi 27.000 dólares, según se comunicó a través de mensajes de texto del gobierno a los residentes saudíes.
La represión tiene como objetivo garantizar la seguridad y el bienestar de los peregrinos en medio de las preocupaciones sobre las condiciones climáticas extremas. El gobierno saudí está implementando medidas más estrictas para gestionar el flujo de personas y evitar el hacinamiento durante el Hajj.