Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del Grupo de los Siete (G7) se han comprometido a abordar los "desequilibrios excesivos" en la economía global. Se entiende ampliamente que este esfuerzo está dirigido a China, aunque el nombre del país se omitió del borrador del comunicado.
Los funcionarios enfatizaron la necesidad de una comprensión común de cómo las "políticas y prácticas no de mercado" socavan la seguridad económica global. Acordaron la importancia de la igualdad de condiciones y un enfoque coordinado. Esto es para abordar el daño causado por aquellos que no cumplen con las mismas reglas y carecen de transparencia.