Rumanía celebrará elecciones presidenciales el 4 de mayo de 2025, tras la anulación de las elecciones anteriores a finales de 2024 debido a la supuesta injerencia rusa [2, 19]. La repetición de las elecciones se considera fundamental para Rumanía, miembro de la UE y la OTAN que limita con Ucrania, en medio de la actual inestabilidad política [2, 5].
Las elecciones de noviembre de 2024 fueron anuladas después de que Călin Georgescu, un candidato prorruso, ganara inicialmente [2, 3]. Posteriormente, se le prohibió presentarse a las elecciones de 2025 debido a problemas de financiación de la campaña e injerencia extranjera [2, 8]. George Simion, líder de la Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), ha surgido como uno de los principales candidatos [2, 5].
Los principales rivales de Simion son Crin Antonescu, que representa a la coalición gobernante, y Nicușor Dan, el alcalde de Bucarest [5, 6, 16]. Las encuestas sugieren que es probable que Simion avance a la segunda vuelta el 18 de mayo [6, 19]. Las elecciones ponen de manifiesto las profundas divisiones dentro de la política rumana, incluidas las preocupaciones sobre la corrupción y la influencia externa [5, 13].
El resultado de las elecciones podría tener un impacto significativo en la orientación geopolítica de Rumanía y su relación con la UE y la OTAN [17, 20]. La descalificación de Georgescu y el ascenso de Simion han alimentado las protestas y las preocupaciones sobre los valores democráticos [11, 13].