El presidente Tayyip Erdogan comunicó el 9 de abril que Turquía anticipa efectos adversos mínimos en su comercio, producción y exportaciones tras la implementación de los aranceles estadounidenses. Enfatizó la resiliencia económica de Turquía y la fortaleza de su programa económico, proyectando un crecimiento económico robusto en comparación con naciones similares a medio y largo plazo.
Erdogan destacó que el proceso de desinflación en curso en Turquía, combinado con la disciplina de gasto liderada por el gobierno y las medidas de ahorro, contribuyen a la estabilidad económica de la nación. Algunos analistas sugieren que el arancel estadounidense relativamente bajo del 10% sobre Turquía podría posicionar al país como un beneficiario potencial en medio de los ajustes comerciales globales. Los expertos también señalan que el enfoque de Turquía en la demanda interna y los acuerdos comerciales existentes pueden mitigar aún más el impacto de los aranceles.
Si bien reconocen los posibles desafíos de los cambios económicos globales, los funcionarios turcos expresan confianza en la capacidad del país para navegar por el panorama comercial en evolución y mantener una trayectoria económica positiva.