Rusia continuó sus ataques a la infraestructura civil en Ucrania, con informes de ataques a centrales eléctricas y otras instalaciones esenciales. El gobierno ucraniano ha pedido más armas a sus aliados, citando la necesidad de defenderse de la agresión rusa.
Los ataques se producen mientras Ucrania se enfrenta a un invierno difícil, con temperaturas bajo cero y muchos ucranianos dependiendo de la electricidad para la calefacción y otros servicios esenciales. El gobierno ucraniano ha advertido que los ataques de Rusia podrían provocar una crisis humanitaria.
Estados Unidos y sus aliados han condenado los ataques de Rusia y se han comprometido a seguir proporcionando apoyo militar y financiero a Ucrania. Sin embargo, no hay indicios de que Rusia esté dispuesta a cesar sus ataques o negociar un alto el fuego.