Esta semana, Estados Unidos ha trasladado aproximadamente 90 misiles de defensa aérea Patriot de Israel a Polonia, con planes de entregarlos posteriormente a Ucrania. Esta acción forma parte del apoyo militar continuo a Ucrania en medio de su conflicto con Rusia.
En un desarrollo relacionado, un funcionario europeo informó que Bruselas y Washington han acordado la necesidad de mantener 'máxima presión' sobre Vladimir Putin. Este acuerdo siguió a la primera llamada telefónica entre la Ministra de Relaciones Exteriores de la UE, Kaia Kalas, y el Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, enfatizando la importancia de la colaboración continua en cuestiones globales, especialmente en relación con la guerra en Ucrania.
El martes, el presidente ruso Vladimir Putin reiteró la disposición de Rusia a negociar el fin del conflicto en Ucrania, pero desestimó cualquier conversación directa con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, a quien describió como 'ilegítimo'. Putin afirmó que si Zelensky deseaba negociar, elegiría representantes para las discusiones, y agregó que el conflicto podría concluir en 'dos meses o menos' si el apoyo occidental a Ucrania cesara.
A pesar del deseo expresado por Trump de una resolución rápida al conflicto, persisten las preocupaciones sobre la posibilidad de un alto el fuego que podría favorecer a Moscú. Kiev ha advertido contra ser excluido de las negociaciones de paz, acusando a Putin de intentar manipular la situación.