El 15 de enero de 2025, un juez federal desestimó una demanda de la ciudad de Nueva York que buscaba responsabilizar a ExxonMobil, BP y Shell por el cambio climático. El tribunal dictó que las reclamaciones presentadas por la ciudad no establecían una base legal suficiente para que el caso continuara.
La demanda buscaba recuperar costos relacionados con los impactos del cambio climático, incluidos el aumento del nivel del mar y el incremento de inundaciones. Los funcionarios de la ciudad expresaron su decepción por el fallo, afirmando su compromiso de buscar la responsabilidad de las compañías petroleras por sus contribuciones a los daños relacionados con el clima.
Esta desestimación forma parte de una tendencia más amplia en la que varios municipios han intentado emprender acciones legales contra las empresas de combustibles fósiles en un esfuerzo por abordar la crisis climática.