El presidente electo de EE. UU., Donald Trump, ha solicitado a los aliados de la OTAN que aumenten su gasto en defensa al 5 % de su producto interno bruto (PIB) anual, un aumento significativo respecto al compromiso actual del 2 %. Esta demanda, realizada durante una conferencia de prensa, ha suscitado discusiones en las capitales europeas a solo unas semanas del regreso de Trump a la presidencia.
En una cumbre de la OTAN en Washington el año pasado, se informó que aproximadamente dos tercios de los miembros de la OTAN gastan el 2 % o más en defensa. Polonia sigue siendo el único miembro que gasta más del 4 %, con un gasto del 4,12 % del PIB. Los analistas sugieren que alcanzar un objetivo del 5 % es poco realista dado el clima económico actual en muchas naciones europeas.
Algunos expertos ven la demanda de Trump como una táctica de negociación, sugiriendo que un aumento más factible a 3,5 % podría ser un compromiso potencial. El jefe de la OTAN, Mark Rutte, ha enfatizado la necesidad de que Europa refuerce sus capacidades de defensa ante las inversiones militares de Rusia, que oscilan entre el 7 % y el 8 % del PIB.
Paises como Italia y el Reino Unido enfrentan desafíos para cumplir con las demandas de aumento del gasto. Italia actualmente gasta el 1,49 % de su PIB en defensa, mientras que el Reino Unido ha asignado el 2,33 %. Ambas naciones enfrentan restricciones fiscales internas que limitan su capacidad para aumentar sus presupuestos de defensa.
Alemania, que se prepara para elecciones anticipadas, también ha visto que su gasto en defensa se mantiene alrededor del 2,12 %. La agitación política y las políticas económicas complican aún más la situación, mientras el país debate sus gastos militares en el contexto de las próximas elecciones.
A medida que se espera que las negociaciones entre la nueva administración estadounidense y sus aliados europeos sean largas y complejas, el enfoque podría cambiar hacia un compromiso donde los aumentos de gasto se dirijan a fortalecer las industrias de defensa europeas en lugar de comprar únicamente a fabricantes estadounidenses.