El 31 de diciembre de 2024, Ucrania anunció que cesaría el tránsito de gas ruso, una decisión que plantea desafíos para Eslovaquia, un miembro de la UE, y Moldavia, un no miembro. La Comisión Europea ha intervenido, afirmando que está preparada para este desarrollo.
Un portavoz de la Comisión enfatizó que la infraestructura de gas de la UE es lo suficientemente flexible como para entregar gas no ruso a través de rutas alternativas hacia Europa Central y del Este.
Esta decisión sigue a la expiración de un contrato de tránsito que Ucrania había indicado previamente que no renovaría. El Primer Ministro eslovaco Robert Fico respondió amenazando con detener el suministro de electricidad a Ucrania, criticando la decisión unilateral del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy como irracional y propensa a aumentar las tensiones.
La Comisión Europea ha minimizado el impacto potencial en la seguridad del suministro, señalando que se ha estado preparando durante más de un año para un escenario sin tránsito de gas ucraniano. La agencia ha estado trabajando con los estados miembros para garantizar que estén disponibles suministros alternativos de gas.
Los expertos advierten que un cese completo del tránsito de gas a través de Ucrania marcaría un cambio significativo en la dinámica del suministro de gas en Europa. Países como Eslovaquia, la República Checa y Hungría aún dependen del gas ruso por tubería, lo que podría generar problemas de suministro. Austria, aunque también depende del gas ruso, ha indicado que está bien preparada gracias a sus almacenes de gas llenos y rutas de importación alternativas a través de Italia y Alemania.